
Al evangelista Christian Byle le han negado la entrada a Turquía las autoridades inmigración de ese país, además se ha ido con una orden de prohibición de volver al país.

Byle que ha sido evangelista por 19 años y que ha vivido en Turquía por ese mismo tiempo, la policía le ha ordenado que no puede volver al país. La policía de Turquía le ha dado 15 días para salir del país después de que fuera interrogado durante una interrogación de rutina en una estación de tren.
Según las autoridades, le dijeron que podría quedarse y volver al país siempre y cuando pagara la multa requerida; pero cuando regresó de su viaje se le informó que no podía ingresar y que lo retendrían en custodia mientras lo deportaban.
A Byle nunca se le dió una órden judicial que le manifestara su negación para entrar al país, pero en cambio recibió una notificación formal del Gobernador de Estambul especificando que se le había negado entrada.
Durante su retención, Christian no pudo recibir visitas de familiares, abogados o funcionarios mientras que era deportado, pero se le permitió conservar y usar su teléfono durante el tiempo que estuvo en el centro policial.
No es la primera vez que Byle ha recibido este tipo de ataques contra su fe, ha sido objeto de arrestos y bgreves detenciones por su participación en grupos misioneros cristianos, y aunque lo han absuelto de todos sus cargos, el Ministerio de Interior se ha negado a renovar su visa.
“Una amenaza para la seguridad nacional” ha sido tachado Christian, ya que el mismo ente político ordenaba su expulsión inmediata, su deportación había siso bloqueada por un Tribunal alegando que”no estaban mostrando documentos o información relacionada” con que los movimientos donde este participa sean de carácter terrorista.

Hasta ahora, no se ha logrado aclarar su caso y al parecer “sus años como evangelizador en Turquía están por terminar” según palabras del mismo Byle.
Mientras tanto, su esposa e hijos se quedarán hasta que termine el año escolar de los niños, luego todos se instalarán en una zona metropolitana de Alemania para seguir hablando de Jesús a sus vecinos.