Aberrante fue lo que sucedió con este pastor cuando los budistas obligan a beber orina de vaca por no negar su fe.
Timoteo, pastor que trabaja en un ministerio en Bután (país ubicado en Asia del Sur), fue víctima de un ataque llevado a cabo por sus vecinos budistas, en la que fue golpeado y obligado a beber la orina de vaca. El ataque se produjo en el intento de hacer que el líder cristiano regresara a su antigua religión.
Timothy fue uno de los participantes en el seminario “Permaneciendo Firme a través de la tormenta”, acontecimiento que ocurrió en Bután. Él testificó que para llegar al lugar del entrenamiento, tuvo que viajar durante un período de tres días.
El pastor aún explicó que durante el trayecto, él enfrentó algunas dificultades. Entre ellas, tuvo que caminar largas distancias, escalar montañas y esperar autobuses por largas horas. Cuando finalmente llegó al evento, él testificó cómo dejó el budismo y se entregó a Jesús.
Él reveló que su corazón manifestó una voluntad de conocer a Jesús después de que oyó el testimonio de una familia. Timothy se enamoró de Jesús y empezó a seguirlo, pero su decisión no fue muy bien aceptada por sus vecinos, que presentaron un comportamiento extremista.
Ataque forjado
Al descubrir que había abandonado la antigua fe, los vecinos budistas de Timothy se reunieron para atacarlo. Entonces empezaron a golpear al líder cristiano e intentaron presionarlo para que él volviese al budismo, pero el pastor se resistió.
En otra oportunidad, los mismos vecinos realizaron otro ataque. Ellos arrastraron al pastor fuera de casa, lo forzaron a arrastrarse por debajo de una vaca e hicieron beber la orina del animal. Incluso después del ataque, él no abandonó la fe en Cristo.
En el evento, Timothy tenía una vieja Biblia y decía: “He viajado hasta aquí por tres días porque estoy sediento de la palabra de Dios. Quiero saber más de él”.
Según la Puerta abierta, el pastor es sólo uno de los que “abrieron de su tiempo y dedicaron mucho esfuerzo para, durante algunos días, escuchar enseñanzas sobre la palabra de Dios”.