Según el Libro de los Jueces, Débora fue una profetiza, la cuarta jueza del Israel pre monárquico y la única mujer jueza mencionada en la Biblia.
La profetisa Débora. Grabado de Gustave Doré (1866). – Foto: Wikipedia – Dominio Público
Fuente: Grupo de Facebook Personalidades judías de todos los tiempos. Compilado por Raúl Voskoboinik.
La cronología judía tradicional ubica los 40 años de Débora juzgando a Israel desde 1107 a. C. hasta su muerte en 1067 a.C. Toda la narración se relata en el capítulo 4 de Jueces. El capítulo 5 de Jueces presenta la misma historia en forma poética. Este pasaje, a menudo llamado La canción de Débora, puede datar del siglo XII a. C., y es quizás la muestra más antigua de poesía hebrea.
La historia cuenta que el pueblo de Israel había sido oprimido por Jabín, rey de Canaán, durante veinte años. El general filisteo Sisra, al servicio de Jabín como mercenario de los cananeos, había sojuzgado durante muchos años a los hebreos, los que cansados de la opresión nombraron a Débora como Jueza. Su sabiduría y poder de mando se completaba con su condición de mujer profeta (Débora Hanebiá) particularidad que le proporcionaba dones especiales.
Débora pensó entonces en una estrategia general para llevar a cabo para vencer a Sisra.
Conmovida por la miserable condición de Israel, envía un mensaje a Barac, hijo de Abinoam para ejecutar las tácticas necesarias. Le dice que Dios le había ordenado reunir diez mil tropas de Neftalí y Zbulón y concentrarlas en la cima del monte Tabor. Al mismo tiempo afirma que Dios vencerá a Sisra, comandante del ejército de Jabín. Barak se niega a ir sin la profetiza. Débora consiente, pero declara que, por tanto, la gloria de la victoria pertenecerá a una mujer. Tan pronto como la noticia de la rebelión llega a Sisra, éste reúne novecientos carros de hierro y una multitud de personas para atacar a Barac y sus hombres.
Entonces Débora dijo, según Jueces 4:14:
«¡Ve! Este es el día en que el Señor ha entregado a Sisra en tus manos. ¿No ha ido el Señor delante de ti?» Entonces Barac descendió del monte Tabor, con diez mil hombres siguiéndolo.
Al enterarse Sisra de estos movimientos bélicos llevó a todo su ejército con sus pesados carros militares a las laderas del monte Tabor y en el medio de las lluvias que convirtieron la ladera del monte en un lodazal, descendieron los diez mil guerreros de Barac y aniquilaron a los enemigos.
Vencido, embarrado y cansado, Sisra huye y se refugia en la tienda de Yael, otra mujer heroína judía, quien le ofrece para beber leche. Cuando Sisra queda dormido Yael toma una estaca y con un mazo se la clava en la cabeza del general que muere de inmediato.
Al rato llega Barac quien estaba persiguiendo a Sisra y Yael le dice: “Entra, te mostraré al hombre que estás buscando”. Y Barac quedó atónito ante la vista del enemigo muerto.
Entre los poemas y canciones de Débora se encuentra esta alabanza: “Bendita sea Yael entre todas las mujeres, Bendita entre todas las mujeres que habitan tiendas”.
El relato bíblico de Débora termina con la afirmación de que después de la batalla hubo paz en la tierra durante 40 años.
El Cantar de Débora se encuentra en Jueces 5:2–31 y es un himno de victoria cantado por Débora y Barac sobre la derrota de los adversarios cananeos por parte de algunas de las tribus de Israel.
Aunque no es raro leer un himno de victoria en la Biblia hebrea, el Cantar de Débora se destaca como único, pues es un himno que celebra una victoria militar de dos mujeres: Débora, la profetisa y Yael, la guerrera.
Pacífico Comunicaciones
Victor Villasante