Abril 20, 2024
Temas candentes del siglo XXI Este mundo turbulento e incierto presenta entre otros tres temas críticos. La crisis climática
Las previsiones sobre su ritmo se han quedado cortas. Se está acelerando. El calentamiento global se ha intensificado muy rápidamente. El planeta está cerca del fatídico 1,5% de aumento de la temperatura global por encima de la era preindustrial. Se desmoronan los glaciares, los mares se elevan, se intensifican los huracanes y las inundaciones, se desertifican inmensas extensiones sumiendo a multitudes en hambre, y ascienden las catástrofes climáticas. Después del 1,5% todo será aún peor. El dióxido de carbono que emiten las industrias de combustibles fósiles es el más alto de la historia y genera temperaturas extremas, desequilibrando los ecosistemas básicos y exterminando biodiversidad. Asimismo, los mares sufren contaminaciones ambientales masivas en una de tantas escenas similares. En la península de Valdés (Patagonia, Argentina), la fauna marina tiene que convivir con inmensas masas de desechos plásticos, y los ingiere envenenándose. Se impone cambiar antes del 2040 las energías sucias por limpias, como la solar y la eólica.
La revolución de la inteligencia artificial
En solo 4 meses, la inteligencia artificial alcanzó más de 100 millones de usuarios. Tiene aplicaciones excepcionalmente útiles en múltiples campos. Así por ejemplo un cirujano robot termina de realizar el primer trasplante de pulmón sin abrir el tórax del paciente, pero mafias económicas ultra poderosas están tratando de ganar control sobre ella para utilizarla para su propio enriquecimiento. Tiene contra indicaciones. Así se está casi ignorando el gran tema de la desocupación masiva que puede generar en 20 años al reemplazar un alto porcentaje de trabajos, como lo advierte el historiador israelí Yuval Harari. La IA ya piensa por cuenta propia y puede dar consejos muy peligrosos ante la falta de regulaciones éticas. En Bélgica, un joven de 30 años, inmerso en un diálogo con ella, terminó suicidándose. 1000 especialistas de primera línea en el tema, han exigido regulación cuanto antes y moderar la velocidad de su expansión.
El ataque salvaje de la desinformación
Se está produciendo en las redes sociales una sustitución de la verdad y la realidad por patrañas, conspiraciones, fake news, creadas por grupo criminales, intereses de dominación política que impulsan dictaduras, vendedores de pornografía, propagadores del racismo, traficantes de mujeres y otros similares. Los falsificadores de la verdad están causando daños sociales de gran magnitud con sus campañas entre otras áreas de oposición a las vacunas preventivas del COVID, su negación sistemática de la existencia del cambio climático, su revisión de la historia que niega que haya existido el Holocausto y exalta el neo nazismo y su promoción de líderes de ultra derecha. Si no se les cierra el camino, prontamente accederán a inteligencia artificial y podrán causar daños aún mayores.
¿Hay soluciones?
Las hay. La crisis climática puede ser enfrentada incentivando las energías limpias y la protección de la naturaleza y de los mares, como lo está haciendo la Unión Europea, Canadá, Israel, Costa Rica y otros. Asimismo, acelerando la reconversión de la industria automotriz hacia los autos eléctricos que está en marcha. También presionando a los codiciosos generadores de combustibles fósiles y enfrentando a los grandes contaminadores, como los plásticos y otros. Por otro lado, proporcionando como lo pide la ONU contribuciones económicas, cooperación técnica, y tecnologías a los países más débiles.
La inteligencia artificial puede ser un gran motor de desarrollo, pero debe regularse prontamente y encarar el tema de la desocupación. La desinformación debe ser radiada de las redes sociales. Países como los nórdicos son ejemplos de que todo esto es viable. Hay que apurar el paso.
por Bernardo Kliksberg

Hay interacciones humanas que dejaron una marca indeleble en el planeta mucho antes de mediados del siglo XX, según un grupo de científicos del University College de Londres. En la colonización de América, a finales del siglo XV, se mató a tantas personas que se perturbó el clima de la Tierra.
Esa es la conclusión de un grupo de científicos del University College de Londres (Reino Unido).
De acuerdo con los investigadores, la alteración que provocó el asentamiento europeo en el continente americano llevó al abandono de una enorme superficie de tierras agrícolas que fue ocupada por árboles de rápido crecimiento y otro tipo de vegetación.
Cómo la Inquisición dejó su huella en el ADN de los latinoamericanos Esto quitó suficiente dióxido de carbono (CO₂) de la atmósfera como para que, con el tiempo, se enfriase el planeta.
Se trata de un período de enfriamiento al que los libros de historia a menudo llaman la "Pequeña Edad de Hielo".
¿Qué muestra el estudio? Durante la "Pequeña Edad de Hielo" el río Támesis, en Londres, se congelaba regularmente en invierno.
El equipo revisó todos los datos de población existentes sobre el número de personas que vivían en América antes del primer contacto con los europeos, en 1492.
Luego analizaron cómo cambiaron esos números en las siguientes décadas por la devastación por enfermedades introducidas (viruela, sarampión, etc.), las guerras, la esclavitud y el colapso social.
Según las estimaciones de este grupo de científicos, a finales del siglo XV vivían en América 60 millones de personas (aproximadamente el 10% de la población mundial), que se redujeron a solo 5 o 6 millones en un período de cien años.
La fascinante historia de la carta que Colón escribió tras llegar a América y que EE.UU. acaba de devolver a España El pequeño pueblo donde españoles y portugueses se repartieron América "La masacre de los pueblos indígenas de América condujo al abandono de suficiente tierra cultivada como para que la absorción de carbono terrestre resultante tuviese un impacto detectable tanto en el CO₂ atmosférico como en las temperaturas de la superficie terrestre", afirman Alexander Koch y sus colegas en su artículo publicado en Quaternary Science Reviews.
Los científicos calcularon cuánta tierra previamente cultivada por civilizaciones indígenas habría caído en desuso y cuál sería el impacto si en esta tierra crecieran bosques y sabanas. Según algunos científicos, a finales del siglo XV vivían en América 60 millones de personas, que se redujeron a solo 5 o 6 millones en un período de cien años.Se trata de un área de 56 millones de hectáreas, un tamaño parecido al de Francia.
Se calcula que esta escala de recrecimiento vegetal redujo suficiente CO₂ como para que la concentración de este gas en la atmósfera disminuyese en 7-10 partes por millón (es decir, 7-10 moléculas de CO₂ en cada millón de moléculas en el aire).
¿Llegaron los vikingos a América antes que Colón?: el sorprendente descubrimiento que resolvió el misterio milenario "Para ponerlo en el contexto moderno, actualmente producimos aproximadamente 3 partes por millón (ppm) por año. Por lo tanto, estamos hablando de una gran cantidad de carbono extraído de la atmósfera", explica el profesor Mark Maslin, coautor del estudio.
"Hay un marcado enfriamiento alrededor de esa época (1500-1600) que se llama 'Pequeña Edad de Hielo'", continúa.
"Lo interesante es que hay procesos naturales que influyen un poco en el enfriamiento, pero, en realidad, para llegar al enfriamiento completo -que duplica a los procesos naturales- hay que añadirle esta caída en CO₂ generada por la masacre".
¿En qué se basan para afirmar esa conexión? Un núcleo de hielo es una muestra cilíndrica de hielo que se obtiene mediante la perforación del sustrato. Permite estudiar las características del hielo acumulado en el curso del largos intervalos.
La caída de CO₂ en la mencionada época es evidente en los registros del núcleo de hielo de la Antártida. Las burbujas de aire atrapadas en estas muestras congeladas constatan una caída en la concentración de dióxido de carbono.
La composición atómica del gas sugiere, además, que la disminución está impulsada por procesos terrestres en algún lugar de la Tierra.
El monumento a los esclavos que enfrenta a Portugal con su pasado colonial y con el racismo de hoy El equipo de investigadores agrega que la historia encaja con los registros de depósitos de carbón y polen en América.
Estos registros muestran el tipo de alteración esperada por la disminución del uso del fuego para gestionar la tierra y un gran recrecimiento de la vegetación natural.
Ed Hawkins, profesor de ciencias del clima de la Universidad de Reading (Reino Unido), no participó en el estudio, pero comenta: "Los científicos creen que la llamada Pequeña Edad de Hielo fue causada por varios factores: una caída de los niveles de dióxido de carbono de la atmósfera, una serie de grandes erupciones volcánicas, cambios en el uso de la tierra y una disminución temporal de la actividad solar".
Criollos, mestizos, mulatos o saltapatrás: cómo surgió la división de castas durante el dominio español en América "Este nuevo estudio demuestra que la caída de CO₂ en parte se debe a la llegada de los europeos a América y a la consiguiente caída de la población indígena, lo que permitió el recrecimiento de la vegetación natural", dice Hawkins. Las propuestas para frenar el el calentamiento global se enfrentan a grandes desafíos.
Y agrega: "Esto demuestra que las actividades humanas afectaban al climamucho antes del inicio de la Revolución Industrial".
¿Se pueden sacar lecciones para la política climática moderna? Chris Brierley, coautor del estudio, asegura que las consecuencias de la terrible disminución poblacional y el aumento de vegetación salvaje en América ilustran el desafío al que enfrentan algunas soluciones propuestas para frenar el calentamiento global.
"Se habla mucho sobre los enfoques de 'emisiones negativas' y de la plantación de árboles para eliminar CO₂ de la atmósfera y mitigar el cambio climático", explica Brierley a la BBC.
"Lo que vemos en este estudio es la escala que se requiere para conseguirlo", dice. Los científicos creen que las actividades humanas afectaban al clima mucho antes del inicio de la Revolución Industrial.
En palabras del experto: "La masacre hizo que se reforestase un área del tamaño de Francia y el resultado fue solo unas pocas partes por millón. Esto es útil porque nos muestra lo que puede conseguir la reforestación".
"Pero, al mismo tiempo, se trata de una reducción que equivale tal vez a solo dos años de emisiones de combustibles fósiles a la tasa actual".
El estudio también arroja luz en las discusiones sobre la creación de una nueva etiqueta para describir la época -y el impacto- de la humanidad en la Tierra.
Esta época se llamaría Antropoceno y actualmente existe un agitado debate sobre cómo se tiene que reconocer en el registro geológico.
¿Qué es el Antropoceno, la "Edad de los humanos" que expertos aseguran hemos entrado? Algunos investigadores afirman que sería más obvio en los depósitos que registran la gran aceleración de la actividad industrial desde la década de 1950.
Pero el equipo de científicos del University College de Londres argumentan que la masacre en América muestra que hay interacciones humanas que dejaron una marca profunda e indelebleen el planeta mucho antes de mediados del siglo XX.

Jonathan Amos Corresponsal de Ciencia de la BBC
Descubrimiento de más de mil galaxias
Galaxia - Imagen ilustrativa.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha publicado una imagen que muestran más de 1,000 puntos de luz, que en realidad son galaxias individuales. Científicos cristianos señalan que este hecho ya estaba mencionado en la Biblia.
La imagen infrarroja fue obtenida por el Receptor de Imagen Espectral y Fotométrica del Observatorio Espacial Herschel de la ESA. La imagen muestra el Polo Norte Galáctico, cubriendo 180 grados cuadrados del cielo.
Los astrónomos dicen que cada punto de luz en la imagen representa una galaxia. Una galaxia es una enorme variedad de estrellas, gas interestelar y polvo. Por ejemplo, nuestra galaxia es conocida como la Vía Láctea. Los científicos creen que incluye más de 100 mil millones de estrellas.
Los descubrimientos como éste reafirman la declaración del salmista, que escribió en el Antiguo Testamento de la Biblia: "Los cielos declaran la gloria de Dios y el cielo proclama su obra". (Salmo 19:1).
Según el sitio "Answers in Genesis", fundado por un científico cristiano y administrado por un equipo de creacionistas, la Biblia es aún más específica, indicando que el universo se ha extendido o ampliado.
Isaías 40:22 dice que Dios extiende los cielos como una cortina y los propaga como una tienda para habitar. El versículo también sugiere que el universo ha subido de tamaño desde que Dios lo creó y está causando que se amplíe.
"Él cuenta el número de las estrellas; A todas ellas llama por sus nombres". (Salmo 147:4).
De acuerdo con el sitio científico Gizmodo.com, imágenes como esta permiten a los astrónomos estimar el número total de galaxias en todo el universo observable. Algunos años atrás, los astrónomos llegaron a la conclusión de que el universo contiene de 10 a 20 veces más galaxias de lo que se pensaba anteriormente.
La mejor conjetura de los científicos que observan las estrellas es que el universo contiene algo entre uno y dos billones de galaxias. Esto significa que el universo está literalmente rebosando de estrellas, en algún lugar alrededor del número de 700 sextiliones de estrellas - el número siete seguido por 23 ceros.
Y ese es sólo el número estimado de estrellas en el universo observable. También podría haber más trillones que no se pueden ver con la tecnología actual.
Esta realidad de estrellas y galaxias incontables también recitada en la Biblia, cuando el salmista reconoce la grandiosidad de la creación divina.
"Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre mortal para que te acuerdes de él, y el hijo del hombre, para que lo visites?" (Salmos 8: 3-4).

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