Abril 01, 2023
Irán y Arabia Saudita anunciaron el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas, después de años de suspensión por los ataques sufridos en 2016 en las sedes diplomáticas del reino wahabí en Teherán y Mashhad.
Mohammad bin Salman Foto: Ron Przysucha / Departamento de Estado de EE. UU. vía Flickr Dominio Público El acuerdo entre las dos potencias chií y suní de Oriente Medio se ha cerrado en China, donde las dos partes mantenían negociaciones con el apoyo de Pekín.
Arabia Saudita e Irán, las dos principales potencias del golfo Pérsico, la primera musulmana suní y la segunda chií, han mantenido desde 1979 un pulso por la supremacía en la región tras el triunfo de la Revolución Islámica en Irán que lideró el Ayatollah Khomeini.
En paralelo existía una tensión permanente, ya que Riad es aliado de Washington, mientras que Teherán considera a EEUU como su principal enemigo junto con Israel.
En julio de 1987 las relaciones se deterioraron considerablemente hasta llegar a la ruptura tras la muerte de más de 400 peregrinos musulmanes, la mayoría iraníes, en enfrentamientos con la policía saudita en la ciudad sagrada de La Meca durante los rituales de «Al Hach», mientras se manifestaban contra Estados Unidos e Israel.
Irán llegó incluso a pedir el derrocamiento de la monarquía saudita, a la que acusó de descuidar la seguridad en los lugares santos del Islam.
En 1990, tres años después de los disturbios de La Meca, los dos países reanudaron sus relaciones diplomáticas una vez que Irán tomó una actitud neutral durante la crisis y guerra del Golfo y rechazara la ocupación de Kuwait por Irak.
Con la llegada al poder en Irán en 1997 del reformista Mohamed Khatamí, las relaciones mejoraron sustancialmente y se fortalecieron en mayo de 1999 con la visita de éste al reino wahabí, la primera de un presidente iraní desde la Revolución Islámica.
Ambos países comenzaron entonces a intercambiar visitas de ministros, hasta llegar a la firma de un acuerdo en materia de terrorismo en abril de 2001.
Sin embargo, la tensión se ha agudizado en los últimos años con los levantamientos y revoluciones en los países árabes, sobre los que mantienen posturas discrepantes, especialmente sobre Bahréin y Siria, y también debido a las protestas en demanda de derechos de la minoritaria comunidad chií saudita.
En Siria, Irán apoya al régimen de Bashar al Assad en su lucha contra los rebeldes sunníes, mientras las autoridades de Bahréin acusan a Teherán de dar soporte a la opositora y mayoritaria comunidad chíi que también protagonizó una revuelta social en 2011.
En marzo de 2013, las autoridades sauditas anunciaron que habían desarticulado una supuesta red de espionaje vinculada a Irán, con la detención de dieciocho personas.
Riad rompió relaciones diplomáticas con Irán el 3 de enero de 2016 tras el asalto a la embajada saudita en Teherán y su consulado en Mashhad y un día después de la ejecución del clérigo chií disidente saudita, Nimr Baqir al Nimr.
En junio de 2017 se abrió otra nuevo escollo después de que el régimen de Teherán vinculara a EEUU y a Arabia Saudita con los atentados perpetrados por el Estado Islámico (EI) que sesgaron la vida de 17 personas en el mausoleo del imán Khomenini en la capital iraní.
Otra nueva crisis afectó en septiembre de 2019 a cuatro países: Irán, Yemen, Arabia Saudita y EEUU después de que los rebeldes hutíes del Yemen lanzaran un ataque con diez aviones no tripulados contra dos refinerías de la petrolera estatal saudita Aramco, que le supuso reducir su producción en un 50 % y de los que EEUU acusó a Irán.
En abril de 2021, ambos países entablaron negociaciones en Bagdad y el 17 enero 2022, Teherán envió a tres diplomáticos a Riad como representantes ante la Organización de Cooperación Islámica (OCI), la primera vez en seis años tras la ruptura de relaciones.
En mayo del año pasado, el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, confirmó que había habido «pocos pero buenos» progresos en las negociaciones para normalizar las relaciones bilaterales y en julio, tras varias rondas de encuentros en secreto en Irak a nivel de jefes de inteligencia y seguridad, acordaron celebrar una primera reunión de ministros de modo abierto y a nivel político.
El 21 de diciembre Abdolahian se reunió con su homólogo saudita, Faisal bin Farhan, en la conferencia «Bagdad-2» en Amán, la capital jordana, en el encuentro de mayor nivel entre los dos estados.
Finalmente este viernes Irán y Arabia Saudí anunciaron un acuerdo que restablece sus relaciones diplomáticas, según un comunicado conjunto que precisa que ambos países reabren sus embajadas respectivas «en dos meses». EFE
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos mostró su preocupación por las denuncias de misteriosos envenenamientos con gas en colegios femeninos de diversas ciudades iraníes y pidió que se investiguen de forma transparente.
Fuerzas de la Guardia Revolucionaria Islámica marchan en Teheran Foto ilustración: Farsnews.ir CC BY 4.0 «Nos preocupa mucho que las niñas puedan ser víctimas de ataques deliberados y aunque las autoridades ya han asegurado que están investigando los incidentes, urgimos a que tales pesquisas sean transparentes y sus resultados sean hechos públicos», indicó en rueda de prensa la portavoz de la oficina Ravina Shamdasani.
Reiteró además la condena de la oficina que dirige el alto comisionado Volker Türk a «toda forma de violencia contra mujeres y niñas», para a continuación pedir a las autoridades de Irán que «introduzcan legislación efectiva para impedir este tipo de actos violentos y otos discriminatorios».
En la misma rueda de prensa, la portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Margaret Harris señaló que la agencia está en contacto con las autoridades sanitarias de Irán y con profesionales médicos para intentar conocer los detalles de estos sucesos.
Cerca de un millar de alumnas han sido envenenadas con un supuesto gas en unos 50 centros educativos femeninos de una decena de ciudades de Irán desde noviembre, en unos incidentes que comenzaron en la ciudad santa del chiísmo de Qom y que se han multiplicado en los últimos días.
Algunas teorías apuntan a fundamentalistas que buscan venganza por el papel de las jóvenes en las protestas desatadas por la muerte en septiembre de Mahsa Amini, tras ser detenida por no llevar bien puesto el velo.
Las alumnas de colegios e institutos participaron en esas protestas de marcado tono feminista, se quitaron los velos, gritaron «mujer, vida, libertad» e hicieron cortes de manga a retratos del líder supremo de Irán, Ali Khameneí, y al fallecido ayatolá Ruhollah Khomeiní. EFE
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, visitará China la próxima semana, en un viaje de dos días que tiene lugar por invitación de su homólogo chino, Xi Jinping, informó hoy una fuente oficial.
Ebrahim Raisi y Xi Jinping en septiembre de 2022 Foto: Tasnim News Agency CC BY 4.0
Raisi permanecerá en el país asiático entre los días 14 y 16 de febrero, anunció la portavoz del Ministerio chino de Exteriores Hua Chunying, sin mayores detalles sobre la agenda del líder iraní.
Xi y Raisi se vieron en septiembre pasado en Samarcanda (Uzbekistán) durante una reunión de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en la que Irán firmó un memorando para su ingreso en la organización, a la que pertenecen Rusia, China, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, la India y Pakistán.
Tras ese encuentro, el mandatario chino aseguró que su país desea «fortalecer la cooperación» con Irán en este marco y trasladó a Raisi su respaldo «a la hora de salvaguardar su soberanía nacional y su dignidad nacional».
Además, Xi apuntó entonces que China seguiría jugando «un rol constructivo» para poner de nuevo en marcha el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) al que se llegó en 2015 sobre el programa nuclear iraní, y aseguró que apoyará a Irán a «salvaguardar sus legítimos derechos e intereses».
«Estamos listos para aumentar nuestra comunicación y coordinación con Irán para alcanzar nuevos progresos en nuestras relaciones bilaterales», sostuvo el gobernante chino.
Por su parte, Raisí indicó que su país está «firmemente comprometido a fortalecer la cooperación» con China y a «intensificar los intercambios» entre ambas naciones.
China e Irán sellaron en 2021 un acuerdo de cooperación económica con una duración de 25 años que prevé a grandes rasgos inversiones chinas en los sectores iraníes de la energía y las infraestructuras.
A cambio, Teherán, gran productor de hidrocarburos que está muy golpeado por las sanciones estadounidenses, proporciona a Pekín un suministro estable de petróleo y gas a precios competitivos.
La asociación entre China e Irán comenzó a fraguarse con la visita de Xi en enero de 2016 a Teherán, durante la que se firmaron 17 acuerdos de cooperación y se habló de aumentar los intercambios comerciales a 600.000 millones de dólares en una década.
En los últimos años, Pekín ha expresado repetidamente su oposición a las sanciones impuestas a Irán por parte de Estados Unidos y su apoyo a la reanudación de las conversaciones para poner en marcha el acuerdo nuclear iraní, abandonado por el país norteamericano en 2018. EFE
EEUU, Reino Unido, Francia y Alemania criticaron en una declaración conjunta a Irán por violar sus acuerdos de salvaguardias (controles nucleares) con el OIEA, la agencia atómica de la ONU en Viena.
Foto: Maghdad Madadi / Agencia de Noticias Tasnim CC BY 4.0 En un comunicado emitido anoche, las cuatro potencias occidentales «toman nota» de un reciente informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que denuncia cambios sustanciales en la configuración de centrifugadoras de uranio en gas en una instalación nuclear subterránea en Irán.
Estos cambios, realizados en la planta de Fordó (al sur de Teherán), se habrían realizado sin avisar previamente a los inspectores del OIEA, como exigen los acuerdos de salvaguardas firmados entre Irán y la agencia.
Se trata de centrifugadoras con capacidad de enriquecer uranio hasta una pureza del 60 %, cerca ya del nivel necesario para producir armas nucleares.
Según el acuerdo nuclear internacional JCPOA (por sus siglas en inglés), de facto suspendido desde 2021, Irán no debería realizar ningún tipo de enriquecimiento en esa instalación.
«La falta de notificaciones requeridas socava la capacidad de la Agencia para mantener una detección oportuna en las instalaciones nucleares de Irán», asegura la declaración de las potencias occidentales.
Irán asegura que el cambio de interconexiones se debe a un error, algo que las potencias califican como «afirmación inadecuada».
«Nosotros juzgamos las acciones de Irán basándonos en los informes imparciales y objetivos del OIEA, no en la supuesta intención de Irán», agregan.
Según las potencias, este cambio en la configuración de las cascadas de centrifugadoras subraya la necesidad de que Irán «acepte cualquier supervisión de salvaguardias que el OIEA considere necesaria a la luz de la producción de uranio tan altamente enriquecido».
Además, recuerdan que la producción de uranio enriquecido a esos niveles en Fordó «conlleva importantes riesgos relacionados con la proliferación (nuclear) y carece de toda justificación civil creíble».
El JCPOA, firmado en 2015 por Irán y seis grandes potencias (EEUU, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) está en entredicho desde hace dos años.
Las partes trataron en 2021 y 2022 de restablecer el acuerdo después de que Estados Unidos lo abandonara en 2018, bajo el entonces presidente Donald Trump, e Irán empezara en 2019 a incumplirlo.
Ese incumplimiento iraní incluye una fuerte limitación de las inspecciones del OIEA en su territorio, mientras que EEUU impuso nuevamente sanciones contra Teherán.
Ante el estallido de la guerra en Ucrania y el apoyo iraní a Rusia en el campo de batalla, las posibilidades de restablecer el JCPOA son más escasas aún.
En todo caso, las partes indican que aún existe la posibilidad de llegar a un acuerdo, si bien el director del OIEA, Rafael Grossi, calificó el JCPOA la semana pasada como una «cáscara vacía». EFE
Fuentes políticas israelíes dijeron al diario Asharq Al Awsat que el Estado judío están investigando reportes de la TV saudita sobre la transferencia de armas del régimen de Teherán al Líbano mediante vuelos civiles.
Foto ilustración: Dreamliner 2012 Wikimedia Commons CC BY-SA 4.0 Israel advirtió al Líbano que podría bombardear el Aeropuerto Internacional de Beirut, tras reportarse que Irán están transfiriendo armas avanzadas al grupo terrorista chií Hezbollah mediante vuelos civiles.
El diario panárabe Asharq Al Awsat, editado en Londres, y de propietarios sauditas, informó citando fuentes israelíes políticas anónimas que Israel está investigando reportes previos difundidos por el canal saudita Al Arabiya de que Irán está recientemente ingresando armas avanzadas de contrabando a través del Aeropuerto Internacional de Beirut para el grupo extremista chií islámico, que controla en gran medida el Líbano.
Según Asharq Al Awsat, Israel advirtió al gobierno de Beirut que podría atacar su aeropuerto si es cierto que está siendo usado para el contrabando de armas sofisticadas iraníes.
El canal saudita Al Arabiya informó citando fuentes anónimas que Irán está usando su aerolínea Meraj, que recientemente ha iniciado vuelos directos entre Teherán y Beirut, para transferir armas a Hezbollah.
El diario Asharq Al Awsat apuntó que las fuentes políticas israelíes dijeron que estaban al tanto del reporte del canal Al Arabiya pero no confirmaron su autenticidad.
La Fuerza Aérea de Israel suele realizar atacar en el territorio sirio envíos de armas avanzadas que Irán despacha a Hezbollah, para que el grupo terrorista libanés use esos equipos bélicos contra el Estado judío.
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Pacifico Comunicaciones

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