Septiembre 30, 2023
David Friedman, Mike Pompeo y Benjamín Netanyahu Foto: Amos Ben Gershom GPO
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, se reunió este viernes en Jerusalén con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y enfatizó la importancia de continuar la colaboración entre ambos países para contrarrestar la amenaza iraní.
Tras su visita a Turquía y su reunión con el presidente Recep Tayyip Erdogan, Pompeo llegó esta mañana a Israel para mantener un encuentro con el primer ministro en funciones y discutir la situación en el noreste de Siria y la lucha contra Irán.
"Hablamos de los desafíos que afronta el mundo y que Israel y Estados Unidos comparten", expresó Pompeo en una conferencia de prensa tras el encuentro, y agregó que también dialogaron sobre su colaboración para contrarrestar la amenaza que Irán representa "no solo contra Israel sino contra la región y el mundo".
Además, remarcó que compartieron ideas sobre cómo "garantizar la estabilidad de Oriente Medio" y agradeció al mandatario por lo que él y su país hacen para mantener a Estados Unidos seguro.
Netanyahu, por su parte, señaló que la región es "un mar de problemas y turbulencias" e insistió en que es importante seguir fortaleciendo la alianza entre ambos países.
También subrayó que Israel y Estados Unidos comparten "múltiples desafíos" y agradeció a Pompeo y al presidente Donald Trump su consistente apoyo.
En la reunión estuvo presente el embajador estadounidense David Friedman, quien junto con el primer ministro y el secretario de Estado posó para las cámaras dentro de una sucá, una modesta cabaña tradicional levantada con ramas en ocasión de la festividad judía de Sucot, que se celebra esta semana.
El encuentro de este viernes se produjo tras el alto al fuego en la ofensiva turca en Siria acordado entre Estados Unidos y Turquía ayer. La ofensiva turca tuvo lugar tras el anuncio de la retirada de tropas estadounidenses en la zona y fue condenada por Netanyahu la semana pasada. EFE y Aurora

Pacífico Comunicaciones
Victor Villasante
Foto: REUTERS / Lucas Jackson
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo este martes que el mundo tiene el "deber de actuar" contra los "ataques violentos" de Irán a las refinerías saudíes y su "deseo de sangre".
Trump subrayó al mismo tiempo que EE.UU. "nunca ha creído en los enemigos permanentes" y no quiere cerrar la puerta a la diplomacia.
"Todas las naciones tienen un deber de actuar. Ninguna nación responsable debería satisfacer el deseo de sangre de Irán", dijo Trump en su discurso ante la Asamblea General de la ONU que este martes se celebra en Nueva York.
Además, el presidente estadounidense llamó "marioneta de Cuba" a su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, y prometió que Estados Unidos seguirá del lado del pueblo venezolano "hasta que se restaure la democracia".
"El dictador Maduro es una marioneta cubana protegida por guardaespaldas cubanos", sentenció Trump durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU.
Trump denunció que Cuba "saquea la riqueza de Venezuela" para mantenerse a flote, y pidió "a los venezolanos atrapados en esta pesadilla" que no olviden que Estados Unidos "está unido apoyándoles", con "vastas cantidades de ayuda humanitaria" preparadas.
"Estamos siguiendo muy de cerca la situación en Venezuela. Esperamos el día en que se restaure la democracia y Venezuela sea libre", agregó.
El mandatario dijo que la situación en Venezuela es un recordatorio de que "el socialismo y el comunismo no se tratan de justicia ni de sacar a la gente de la pobreza", un mensaje que también le sirve para combatir al ala más izquierdista del Partido Demócrata en EE.UU.
Donald Trump definió el socialismo como "el destructor de las naciones y de las sociedades" y advirtió de sus efectos nefastos "cuando se combina con las nuevas tecnologías", sin dar más detalles.
El mandatario citó a Cuba, Venezuela y Nicaragua como los países donde la democracia está más amenazada en el continente, sin dar más detalles.
Durante su discurso, se pudo ver a una representante de la delegación de Venezuela en la Asamblea General leyendo un libro sobre el libertador Simón Bolívar, cuyo título no llegaron a captar bien las cámaras, pero que parecía ser "Bolívar, héroe, genio y pensamiento universal", de Iván Guillermo Rincón Urdaneta. EFE
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Victor Villasante
Mark Esper y Donald Trump Foto: Casa Blanca Shealahh Craighead Wikimedia Dominio Público
El presidente de EE.UU., Donald Trump, optó por golpear con sanciones el banco central iraní, en un intento por asfixiar económicamente a Irán, además de aprobar el envío de tropas a Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (UAE) en respuesta al reciente ataque contra refinerías sauditas.
"Las sanciones más altas que jamás se han impuesto sobre un país", presumió Trump, que habló con la prensa en el Despacho Oval y en presencia del primer ministro de Australia, Scott Morrison.
El Gobierno estadounidense acusa al banco central iraní de haber financiado desde 2016 con miles de millones de dólares a la Guardia Revolucionaria iraní, a la iraní Fuerza al Quds y al grupo chií libanés Hezbollah, todos ellos considerados grupos terroristas por Washington.
"Esto es muy importante. Ahora hemos cortado todos los posibles fondos para Irán", manifestó el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, que acompañó a Trump.
Mnuchin explicó que el Tesoro también sancionó al Fondo de Desarrollo de la República Islámica, el fondo soberano de inversión iraní cuyo objetivo es usar las ganancias de la venta de gas y petróleo para el desarrollo del resto de la economía persa, según detalla en su web.
EE.UU. afirma que el presidente iraní, Hassan Rohaní, forma parte de su junta directiva y acusa a esa institución de haberse convertido en una fuente de divisas extranjeras que financia a la Guardia Revolucionaria y a la Fuerza al Quds, así como al Ministerio de Defensa de la República Islámica.
En plena escalada de tensión con Irán, Trump se inclinó por las sanciones pero también por el músculo militar en respuesta al ataque del sábado a la petrolera saudita Aramco, que Riad atribuye a Teherán y que inicialmente fue reivindicado por los rebeldes hutíes en el Yemen.
Tras su cita con Morrison, Trump se reunió con sus asesores en seguridad para estudiar la respuesta militar a Teherán.
Al término de la reunión compareció el jefe del Pentágono, Mark Esper, que anunció el envío de un número indeterminado de tropas a Arabia Saudita y EAU "de naturaleza defensiva y (que) se centrarán principalmente en la defensa aérea y de misiles".
Esper dijo que EE.UU. también "trabajará para acelerar la entrega de armamento a Arabia Saudita y EAU para mejorar su habilidad de defenderse a sí mismos".
"Creemos que por ahora esto será suficiente pero esto no quiere decir que no pueda haber despliegues adicionales de ser necesarios basados en la situación cambiante", añadió.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Joseph Dunford, que participó de la reunión con Trump y de la rueda de prensa junto a Esper, dijo que el despliegue será "moderado" y aunque no especificó el número de soldados dijo que no serán miles.
En la rueda de prensa con Morrison previa a la reunión con Esper y Dunford, Trump dijo que lo más "fácil" sería atacar a Irán, pero también afirmó que prefiere mostrar "fuerza" no autorizando una ofensiva inmediatamente y evaluando diferentes posibilidades.
"Ir contra Irán sería una decisión muy fácil. Mucha gente piensa que podría estar dentro en unos dos segundos", reflexionó Trump.
Según medios estadounidenses, el Pentágono también iba a poner sobre la mesa de Trump posibles operaciones clandestinas con objetivos como los lugares desde los que Irán lanza sus drones y misiles de crucero, además de donde almacena sus armas.
Las opciones que propone el Pentágono no incluyen ataques a gran escala y se centran más bien en operaciones clandestinas con objetivos como los lugares desde los que Irán lanza sus drones y misiles de crucero, además de donde almacena sus armas, de acuerdo con el diario The New York Times.
Por su parte, las autoridades iraníes declararon que no quieren una guerra, pero aseguraron que responderán con todos los medios a su alcance en caso de una ataque.
EE.UU. también ha rebajado ligeramente su retórica. Tras el ataque contra las refinerías sauditas, Pompeo, apuntó directamente a Irán y este miércoles llegó a proclamar que esos ataques constituían un "acto de guerra".
Sin embargo, tras su visita a Arabia Saudita y Emiratos, Pompeo aseguró que su prioridad es buscar "una solución pacífica" y "construir una coalición" para conseguirlo.
Para formar esa coalición, EE.UU. podría intentar recabar apoyos durante la Asamblea General de la ONU que se celebra la semana que viene en Nueva York. EFE

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Victor Villasante
Mujeres iraníes observan una práctica del equipo nacional de fútbol detrás de los barrotes Foto: REUTERS/Morteza Nikoubazl
La joven iraní Sahar Jodayarí falleció a causa de las quemaduras sufridas tras inmolarse al conocer que podría ser condenada a seis meses de cárcel por intentar entrar a un estadio de fútbol, algo prohibido para las mujeres en Irán.
Su muerte ha generado gran conmoción y una ola de críticas en las redes sociales, donde numerosos internautas han pedido a la FIFA que presione al Gobierno de Teherán para que permita a las mujeres acudir a los estadios o que incluso elimine a Irán de las competiciones internacionales.
Jodayarí, de 29 años y conocida como la "chica azul" por los colores de su equipo Esteghlal, falleció en un hospital de Teherán, informó hoy en una breve nota la agencia semioficial iraní Shafaghna.
Esteghlal expresó su profundo pesar por el fallecimiento y ofreció sus condolencias a la familia de la joven, que fue detenida por la policía cuando intentó colarse disfrazada de hombre el pasado marzo en el estadio Azadí de Teherán para ver el partido entre este equipo y el emiratí Al Ain.
Pasó dos días en la cárcel de Gharchak y fue liberada a la espera de juicio, pero, cuando supo a principios de mes que podía enfrentarse a una condena de seis meses de cárcel, la joven decidió prenderse fuego, causándose quemaduras en el 90 % del cuerpo.
Amnistía Internacional (AI) denunció que Sahar Jodayarí "todavía estaría viva si no fuera por esta prohibición draconiana y el trauma posterior de su arresto y enjuiciamiento".
"Su muerte no debe ser en vano. Debe estimular el cambio en Irán para evitar más tragedias en el futuro", indicó en un comunicado Philip Luther, responsable para Oriente Medio de AI.
Luther instó a la FIFA a adoptar "medidas urgentes para poner fin a la prohibición y garantizar que las mujeres tengan acceso a todos los estadios deportivos sin discriminación".
Debido a las presiones de la FIFA, las autoridades iraníes anunciaron que las mujeres podrán acudir al estadio Azadí el próximo 10 de octubre para ver el partido entre las selecciones de Irán y Camboya de la eliminatoria para la Copa del Mundo de 2022.
Las mujeres no pueden entrar en los estadios en Irán para ver jugar a los hombres desde el triunfo de la Revolución Islámica de 1979, que estableció la política de segregación de sexos y numerosas restricciones para ellas.
Desde hace unos años se ha permitido en algunos partidos en Irán una presencia reducida de mujeres, pero siempre muy figurativa y por invitación, en medio del tira y afloja entre los sectores reformistas y conservadores de la República Islámica.
Es habitual, no obstante, que las mujeres intenten colarse en los estadios disfrazadas de hombres con gorras, pelucas e incluso barbas postizas, pese al riesgo de ser descubiertas y detenidas por la policía.EFE

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Victor Villasante
Tropas de Hamas
Oficiales de inteligencia israelíes creen que Hamás e Irán llegaron a un pacto según el cual el grupo terrorista islámico que controla Gaza, lanzaría una guerra desde el enclave costero en el sur si se desatara un conflicto entre Israel y los aliados de Irán en la frontera norte.
Altos oficiales de defensa le dijeron al diario Haaretz que el establishment de inteligencia estima que Hamás y la Jihad Islámica Palestina tratarán de obligar a Israel a distraer tropas y baterías de la defensa antiaérea hacia el sur a expensas de las fuerzas que combatirían en el norte.
La inteligencia israelí cree que Irán ha aumentado su intervención en la Franja de Gaza para tratar de convertir a Hamás en su brazo armado privado contra Israel.
Irán es el principal patrocinador del ala militar de Hamás, la Brigada Izz ad Din al Qassam, y del brazo armado de la Jihad Islámica Palestina, las Brigadas Quds.
Irán y Hamás han estado en contacto en relación al tema desde hace varios meses; en tanto que miembros de Hamás han mantenido conversaciones con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní en Teherán.
El subjefe de Hamás, Saleh al Arouri, manifestó durante su visita a Teherán que Hamás e Irán están en “la misma senda” en su lucha contra Israel, según un reporte de la agencia semioficial iraní Fars.
Durante un encuentro con el jefe del Consejo Estratégico sobre Relaciones Exteriores de Irán, Kamal Kharazi, Arouri expresó:
“Estamos en la misma senda que la República Islámica: una senda de combate contra la entidad sionista y los arrogantes”, afirmó Arouri.
Arouri visitó Irán junto con otros dirigentes de alto nivel de Hamás, entre ellos Mussa Abu Marzuk, Maher Salah, Husam Badran, Osama Hamdan, Ezzat al Rishq e Ismail Radwan.
Al Arouri fue elegido subjefe de Hamás en octubre de 2017. En los últimos dos años ha viajado a Teherán al menos cinco veces.
“Irán es el único país que dice que la entidad [Israel] es un cáncer y debe ser eliminada de la región”, apunto Arouri a Al Quds TV, el canal de televisión de Hamás, en febrero de 2018. “Es el único país que está dispuesto a suministrar ayuda real y apoyo público a la resistencia palestina y a otros para confrontar a la entidad”.

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